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sábado, 12 de marzo de 2016

LOS OTROS, una intensa novela de Javier García Sánchez


WITTGENSTEIN Y EL TERROR

Resultado de imagen de nos miran pelicula     Los otros fue publicada en 1998 y ya entonces sorprendió por varios detalles. Desde la extensión ¾sus escasas doscientas páginas están a años luz de otras novelas del autor, muy dado a los libros voluminosos (El mecanógrafo alcanza las mil páginas)¾ hasta el tema ¾una novela de terror y suspense donde nada es lo que parece y donde la realidad (¿la verdad?) nos es mostrada a través de la mente de un hombre trastornado¾; pasando por un discurso literario aparentemente anodino pero que, a poco que el lector perspicaz se fije, deviene en un experimento: la novela aparece escrita bajo la pauta del tiempo presente, con mínimas concesiones a los tiempos pretéritos, canónicos de la narración; además, no está dividida en capítulos o fragmentos, y se muestra como un todo continuo, cuya lectura no da coartadas para la relajación o el descanso. La novela, además, conoció una adaptación cinematográfica titulada Nos miran.

     Un pareja de periodistas llega a un centro psiquiátrico con la intención de aclarar un misterio que comenzó quince años atrás: cierto día el inspector de policía R.V., encargado de la investigación de personas desaparecidas, dispara sin motivo aparente contra su mujer y su hijo. Internado en un centro de salud mental, R.V. vive sumido en un estado cercano al vegetal: no habla, no se mueve, solo dos palabras Nos miran” han salido de sus labios; no piensa, o al menos no da muestras de hacerlo. Partiendo de esta premisa, García Sánchez nos construye una novela donde las sensaciones y los pensamientos priman sobre los hechos y los objetos tangibles. Es una obra acerca de las cosas que no se pueden tocar pero que están: el dolor, la alegría, la ilusión, la esperanza... y sobre todo el miedo y el horror: “Se preguntó... por cosas que preocuparían a la mayor parte de la gente si el género humano no se caracterizase, sobre todo, por negar sistemáticamente lo que no comprende y aquello que escapa a sus prejuicios culturales, y a sus esquemas usuales de pensamiento...”(p.120).

     La novela aparece construida mediante continuos y reiterados flash-backs, sazonada con citas científicas ¾principalmente provenientes de la óptica y la física¾, sembrada de pequeños detalles que van creando un ambiente claustrofóbico (acentuado por la inmediatez que propone el empleo del presente). Paulatinamente somos testigos de las vicisitudes y los avatares profesionales de R.V. en su trabajo, en la tarea que acabará engulléndolo. Los recuerdos de R.V. son, dentro del contrato ficcional que toda novela propone entre lector y narrador, tan (o poco) dignos de tener en cuenta como los de la voz narradora de otra novela de la que, sin duda, es heredera directa: La vuelta de tuerca de Henry James.
     
Resultado de imagen de los otros javier garcia sanchez     Toda la obra se muestra inclinada a la acumulación de datos que, cuanto menos, advierten o confunden al lector, pero siempre bajo el firme propósito de sumirle en un suspense que devendrá ¾en las páginas finales¾ en puro y ¿limpio? terror: las extrañas fichas elaboradas por R.V. en sus investigaciones; el sonido de una palabra innominada pero que transmite una sensación de incertidumbre; la semejanza de rasgos faciales; la imposibilidad de hablar; la crueldad y el terror que puede llegar a producir la sonrisa de un niño; ... toda la horrible verdad que contiene el empleo del singular o del plural.

      Movido por una sensación indescriptible he alternado la lectura de Los otros y del Tractatus Logico-Philosophicus, de Wittgenstein. No ha sido en balde: varias proposiciones de Wittgenstein han venido a mi mente mientras leía la novela: “Lo que es pensable es también posible”; pero sobre todo la séptima y última: “De lo que no se puede hablar hay que callar”. Cierro el Tractatus y cierro Los otros, y la desazón que me invade es la misma: si hay algo más, mejor no saberlo.


 Javier García Sánchez,

LOS OTROS, Ediciones B / Círculo de Lectores, Barcelona. 171 págs.

miércoles, 24 de febrero de 2016

viernes, 12 de febrero de 2016

MORIRÁS MUCHAS VECES, un fragmento de la nueva novela


     MORIRÁS MUCHAS VECES

será publicada próximamente por la editorial Agua Clara.
Aquí podéis leer un extracto de la novela. Espero que os guste...


     Luis Maturana cargó el peso de su cuerpo sobre la pierna izquierda y aguardó. Permanecía erguido en la oscuridad más completa, en el interior del dormitorio, junto al interruptor de la luz. Su hombro izquierdo rozaba la pared y la mano derecha sostenía con firmeza el estilete. Estaba tranquilo: había esperado otras veces con el puñal entre sus dedos. Era la espera del asesino.
    
     Escuchó cómo el engranaje del ascensor se ponía en funcionamiento. Pronto terminaría la espera. El sonido de la puerta del ascensor al abrirse le llegó lejano, atenuado por la distancia y el obstáculo de otras puertas; luego oyó los pasos en el corredor. El tintineo de unas llaves le hizo respirar hondo. Apretó el puño que sostenía el arma.
     
      Al fondo del pasillo se abrió la puerta y se hizo la luz casi al instante. La mujer no tardaría mucho en entrar en el dormitorio. La puerta del piso se cerró de nuevo. Desde la oscuridad protectora escuchó los pasos rápidos, casi desesperados, la tapa del retrete al levantarse y el chorro de orín contra la loza y contra el agua. Tras tirar de la cadena era el momento en que la mujer entraría en la habitación; y así fue.

     Luis Maturana distinguió la silueta en el quicio de la puerta: la figura de mediana altura, delgada y estilizada; el pelo largo y lacio, negro por efectos de la oscuridad. Percibió la mano que tanteaba en la pared buscando el interruptor. Lo halló y se hizo la luz. Entonces el asesino dio un paso al frente mientras levantaba el brazo que sostenía el arma, giró hacia la izquierda sobre la punta de sus zapatillas y lanzó el brazo derecho contra el cuello de la mujer. Una vez.

    Unos ojos sorprendidos y un grito débil, ahogado. Al extraer el estilete la sangre brotó con la fuerza de un chorro de champán agitado. Maturana entornó los ojos al sentir la calidez del líquido golpear su rostro, deslizarse por sus mejillas. Otra vez: volvió a lanzar el brazo hacia el cuello, consciente de que había errado la víctima, comprendiendo que quien se desangraba no era una mujer, sino un jovenzuelo lampiño y con melena.

     El muchacho retrocedió unos pasos hasta chocar contra la pared del pasillo. Extendió el brazo derecho y abrió la mano con los dedos crispados. La sangre se deslizaba por su camisa verde. El cabello se había mojado y comenzaba a apelmazarse. Abrió la boca en un intento por hablar, pero su cuerpo, ya sin vida, resbaló lentamente por la pared hasta quedar sentado, con las piernas abiertas y la cabeza caída hacia delante, contra el pecho, sobre un charco rojo y viscoso que iba creciendo.

       Se había precipitado...

viernes, 5 de febrero de 2016

MORIRÁS MUCHAS VECES.... próximamente en las librerías



    Os adelanto la portada, que es una genial creación de Mario-Paul Martínez, y la sinopsis de mi próxima novela.


       Lo que más desea Enrique Ruiz —aparte de poder pagar el alquiler y de seguir comiendo cada día— es triunfar como actor. Pero de momento solo es un actor más bien discreto, algo maduro para comenzar a despuntar y, desde luego, nada famoso. Sin embargo, el azar, que todo lo puede y todo lo trastoca, va a ofrecerle la oportunidad de representar el papel de su vida: es confundido con el asesino profesional que está sembrando el miedo y el desconcierto entre los miembros más destacados de la magistratura española.

       En su lugar, ¿qué haría usted? ¿Aceptaría el encargo de matar de nuevo o rompería el juego confesando su verdadera identidad? ¿Huiría con el dinero ya cobrado por el trabajo aún sin realizar? ¿Acudiría a la policía para salvar a quien le han encargado asesinar? ¿O cumpliría el encargo?


      En esta MORIRÁS MUCHAS VECES —su quinta novela que, además de ser un thriller trepidante, muestra una peculiar visión de nuestra sociedad—, José Payá Beltrán propone un juego de misterio y suspense, una historia cosmopolita que va desde Bruselas a Reykiavik pasando por Madrid, Jordania y Alicante. Una historia de la cual —mucho más y mejor que el asesino o la víctima o los policías— solo el lector va a conocer todos los hechos y solo el lector podrá, al final, completar el misterio.






       Si todo va según el programa, la obra verá la luz a finales de febrero o comienzos de marzo.

    De nuevo, Luis Bonmatí y su editorial Agua Clara van a ser los encargados de llevarla a las librerías.

       
    EN PRÓXIMAS ENTRADAS OS IRÉ INFORMANDO Y ADELANTANDO ALGUNOS FRAGMENTOS...




viernes, 29 de enero de 2016

PELUSILLAS EN EL OMBLIGO: una propuesta refrescante


Resultado de imagen de pelusillas en el ombligo LIBRO      Después de padecer la lectura de un tocho de más de mil páginas, repleto de topicazos, mala literatura y personajes sacados de un pabellón de esquizofrénicos, uno agradece obras como la que hoy reseñamos. Pelusillas en el ombligo gusta desde el mismo título y, sobre todo, no miente ni engaña: propone un recorrido a saltos, pellizcando microrrelatos o aforismos. Más allá de los productos de mercado escritos expresamente para hacer rico a su autor (e igual de estúpidos a nosotros, sus compradores), este librito de formato pequeño y de escasas cien páginas es un canto a la literatura de muchos quilates, alejada de los flashes y de los titulares de prensa, de las entrevistas de consagrados periodistas a encumbrados autores.

       La obra presenta muchas particularidades: está escrita al alimón por dos autores alicantinos, Esther Planelles —de quien sabemos, por la información que proporciona el libro, que ya ha editado tres novelas— y José Antonio López Rastoll. De él no es necesario acudir a la breve referencia bio y bibliográfica que acompaña la obra: conocíamos ya su anterior libro, Vareando nubes (Ed. Atlantis, 2012) un compendio de extraordinarios relatos que ya reseñamos en este blog.

       El segundo rasgo definitorio de la obra es que se trata de un volumen de microrrelatos. Los títulos de las partes en que se divide el libro hablan por ellas mismas: «Litweetratura #1 y #2»,  «Aforismos», «Pelusones» y «Greguerías desencadenadas». En total, setenta y siete textos semejantes a otros tantos destellos de luz, relámpagos de pensamiento, amagos de sonrisa y también de miedo. Como muestra, algunos botones: juegos de palabras como «Soy la caña, dijo en la primera reunión de Alcohólicos Anónimos»; recreaciones de mitos clásicos bajo la pátina de la modernidad como«Fue amor a primera vista. Cada vez que le miraba veía mi rostro en sus gafas de espejo»; revisiones de refranes como «En las tribus caníbales, al hambriento coronan rey».

      El tercero es la consecuencia del anterior: su lectura exige la dosificación y la calma; la imposibilidad (y la inutilidad) de leer las cien páginas de un tirón. Uno acude a estas Pelusillas de cuando en cuando, sin prisa (pero sin pausa), pellizcando aleatoriamente, saboreando cada uno de los bocados, la mayoría de ellos realmente exquisitos. Como hay momentos en que la lectura continuada llega a inmunizarnos, aconsejamos un acercamiento lento: hojear y detenerse al azar; brincar de una página a otra sin preocuparse por intentar retener el nombre de unos personajes o las complicaciones de una trama; cerrar el libro y reflexionar sobre la leído, asustarse o sonreír conforme nuestros pensamientos se adentran en las ideas propuestas.

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       Si la intención de estos dos escritores alicantinos era hacernos sonreír,  lo han conseguido. Si el propósito era crear una serie de reflexiones sobre la vida, el arte, los seres humanos, también lo han logrado con creces. La degustación de estas delicatessen ha sido una grata manera de comenzar el año.









José Antonio López Rastoll y Esther Planelles Arráez

Pelusillas en el ombligo, , Ediciones Lastura 101 páginas.


viernes, 15 de enero de 2016

12 TALENTOS ALICANTINOS... Cuando la vida supera a la ficción.


MODELOS EMPRESARIALES PARA TIEMPOS DE CRISIS

    No existen vidas aburridas porque no hay personas vulgares: ningún ser humano carece de interés. La obra que aquí reseñamos nos muestra doce vidas dedicadas a la empresa y a los negocios, una docena de fascinantes recorridos por los orígenes (algunos de ellos dignos del mejor Dickens), los contratiempos, los éxitos, los sinsabores y las alegrías de otros tantos empresarios de nuestra provincia.
    Publicada por JOVEMPA (Federación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios de la Provincia de Alicante), encabezada por sendos prólogos de Alejandro Soler y Carlos Castillo, la obra es el fruto de un arduo y concienzudo trabajo iniciado en mayo de 2010 y concluido en abril de 2011: doce meses y doce entrevistas realizadas por el prestigioso y reconocido periodista José María Perea. El texto, además, se complementa con excelentes fotografías de los entrevistados.
Resultado de imagen de jose maría perea    Se nos presenta el volumen como una obra fundamental a la hora de conocer los entresijos, los vaivenes que convirtieron, en lo que son hoy en día, a doce empresas señeras de la provincia alicantina. No hay que olvidar que desde que nace, el ser humano se mueve por la imitación, por el propósito de emular aquello y a aquellos que nos rodean. Por ese motivo obras como esta son tan necesarias: el joven emprendedor necesita un modelo que seguir, un espejo donde poder contemplar el reflejo de sus intentos, de sus logros, de sus frustraciones. Más allá de los manuales y de los libros de texto, en 12 talentos alicantinos se respira VIDA en cada una de las respuestas de los entrevistados. La narración discurre a través de una prosa funcional pero no vulgar, trufada de anécdotas que nos harán sonreír y que, también, espolearán nuestra conciencia y nos obligarán a reflexionar.
     Hay que salir del bosque para poder contemplarlo en toda su extensión y valía. Ese es el motivo de que, a quienes hemos nacido y vivimos en esta hermosa tierra, nos cueste apreciar lo que nos rodea, no admitamos el potencial de esta provincia y su capacidad “innata” (me dijo cierto amigo) para dar a luz a personas inquietas y emprendedoras. Lo más extraño de un volumen de estas características es que no se hubiera llevado a cabo mucho antes. Mas nunca es tarde, si la dicha es buena.
     La simple enumeración de los entrevistados es ya motivo suficiente para sumergirse en la lectura de esta obra. Desde el internacionalmente reconocido arquitecto y economista Alfonso Vergara hasta la restauradora y “exploradora de los límites gastronómicos” María José San Román, los empresarios seleccionados abarcan los más destacados campos económicos de la provincia: Jesús Navarro (del azafrán Carmencita), Joaquín Arias (del grupo de transporte Vectalia), Juan Perán (del grupo de calzado Pikolinos), José Enrique Garrigós (del turrón de Jijona), Miguel Peláez (de la constructora Ecisa), Vicente Berbegal (del mobiliario, con la marca Actiu), el doctor Rafael Bernabeu (medicina reproductiva), Pere Joan Devesa (del campo de la hostelería), Francisco Torreblanca (maestro artesano pastelero) y Joan Server (presidente de Rolser).

     Aunque no están todos los que son, desde luego son todos los que están. Por ese motivo no sería arriesgado sugerir la realización de un proyecto semejante a este, donde se diera cabida a otros doce o a veinte o a cien empresarios más de nuestra provincia. No sería mala señal, desde luego… sobre todo en estos tiempos tan necesitados de alicientes y referentes. 

12 talentos alicantinos: ejemplos de éxito empresarial,

JOVEMPA, Alicante, 2011. 198 páginas.

sábado, 9 de enero de 2016

LA AVENTURA DEL TOCADOR DE SEÑORAS: Mendoza en estado puro.

    Estas Navidades han traído a las librerías españolas la última novela de Eduardo Mendoza, El secreto de la modelo extraviada. Para celebrar el acontecimiento, rescatamos la reseña que escribimos, años ha, sobre una de sus obras más conseguidas y populares, La aventura del tocador de señoras.



Resultado de imagen de la aventura del tocador de señoras     A Eduardo Mendoza le cuesta escribir porque escribe bien. Cuatro años han transcurrido desde su anterior novela Una comedia ligera. Los números lo dicen todo: en 26 años ha publicado nueve novelas incluyendo ésta que hoy nos ocupa. Mendoza piensa y calibra cada párrafo, cada línea y cada palabra que utiliza. Alguien dijo que aquello que más fácilmente se lee es aquello que más ha costado de escribir: las obras de Mendoza se leen de un tirón, casi sin percatarse del esfuerzo, asombrándose cuando uno llega al final y advierte, con tristeza, que la obra ha concluido.
     La aventura del tocador de señoras posee varios niveles de lectura: el retrato (exagerado y paródico; pero real, al fin y al cabo) de la España actual ¾la falta de norte de una sociedad cegada por el dinero fácil y el mercantilismo caníbal, poblada por políticos y empresarios venales y corruptos¾; o bien, un disparate catártico, una novela picaresca y desvergonzada donde prevalece el humor y la chanza. A la postre (como en toda gran novela) ambas interpretaciones terminan solapándose y complementándose.
     Mendoza recupera al entrañable protagonista de El misterio de la cripta embrujada (1979) y El laberinto de las aceitunas (1982): el narrador innominado y algo estrambótico que abandona el manicominio donde está internado para enfrentarse a las más peculiares intrigas policiacas. Han transcurrido casi veinte años desde su última aparición y nuestro protagonista sigue tan adicto a la Pepsi-Cola y a los bocadillos de calamares encebollados como entonces; tan perdido en una sociedad que no entiende, como entonces. Esta vez el narrador abandona definitivamente el manicomio ¾tras ser obligado a firmar el alta¾ y muy pronto se ve sumido en una vida medioburguesa como empleado en una peluquería. Cualquiera de nosotros puede pasarse cuarenta años realizando su trabajo un día tras otro; si uno es peluquero puede pasarse cuarenta años ahogándose en la monotonía y la rutina. El protagonista de Mendoza apenas emplea unas semanas (38 págs.) para que las aventuras (y los problemas) acudan a él. Como todo pícaro que se precie, posee la facilidad innata para atraer problemas e, igualmente, la labia y las trazas necesarias para solucionarlos.
     A través de un lenguaje pretendidamente barroco inclinado a las digresiones y las chanzas; a través de las peripecias de un individuo extravagante, mentiroso, lujurioso, interesado y hambriento, el lector asiste al desfile de un singular número de personajes, reflejo exagerado pero fiel de la España actual: una ramera redimida casada con un homosexual inclinado al juego; un director de manicomio convertido en promotor sin escrúpulos; un fascista ex-comisario de policía internado en un asilo; un alcalde (el de Barcelona) con evidentes disfunciones mentales pero propenso a los chanchullos; un abogado corrupto y corruptor; un empresario adultero y (como no) asesinado; un chófer negro sin carnet de conducir pero con un gran corazón; un guardaespaldas con muletas y pistola; dos muchachas llamadas Ivet pero tan distintas como la noche y el día; un teniente coronel de la guardia civil con inclinaciones sadomasoquistas; un mosso d´esquadra y un policía nacional que se comunican mediante una coiné o lingua franca; un inválido aficionado al tango. Todos ellos retratados mediante unos diálogos incendiarios y magistrales, cargados de un descaro y una poca vergüenza de la que (lamentablemente)  ya no se estila.
     Poco importa el argumento central: las vicisitudes realizadas por el protagonista para apartar de si una acusación de asesinato. Lo que realmente nos atrapa es el desfile de “despreciables figurones” y la crítica a una sociedad inclinada a los espectáculos sangrientos, a la tele-basura, a la comida rápida y mala, a la permisividad y la cerrazón de ojos, y a un largo etcétera.

    Dicen que la risa rejuvenece. Cuando comencé a leer la novela tenía 31 años; ahora que escribo estas líneas apenas me reconozco veinticinco.


 Eduardo Mendoza,

LA AVENTURA DEL TOCADOR DE SEÑORAS, Ed. Seix Barral 2001. 350 pp.